{"id":15256,"date":"2021-03-11T18:23:19","date_gmt":"2021-03-11T18:23:19","guid":{"rendered":"https:\/\/quercus.pt\/?p=15256"},"modified":"2021-03-11T18:26:02","modified_gmt":"2021-03-11T18:26:02","slug":"influencia-de-los-campos-electromagneticos","status":"publish","type":"post","link":"https:\/\/quercus.pt\/2021\/03\/11\/influencia-de-los-campos-electromagneticos\/","title":{"rendered":"Influencia de los campos electromagn\u00e9ticos"},"content":{"rendered":"

En esta publicaci\u00f3n se exponen los resultados de los estudios cient\u00edficos relacionados con los efectos de los campos electromagn\u00e9ticos sobre el cuerpo humano.<\/em><\/strong><\/p>\n

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En este art\u00edculo se resume un extenso trabajo realizado por el Dr. Orlando M. Morales a partir de informaci\u00f3n hemerogr\u00e1fica a nivel mundial, ofreciendo un material de lectura sobre este controvertido tema para aquellos interesados que cuentan con un tiempo limitado.<\/strong><\/p>\n

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Este informe va precedido de una introducci\u00f3n general, en la que brevemente se comentan aspectos metodol\u00f3gicos y de este trabajo, y conceptos bioel\u00e9ctricos y f\u00edsicos generales (Cap. I) que facilitan el desarrollo de los siguientes cap\u00edtulos.<\/p>\n

Aunque el informe se refiere principalmente a los efectos de los campos electromagn\u00e9ticos sobre la salud humana, obtenidos por los estudios epidemiol\u00f3gicos (Cap.II), tambi\u00e9n se incluyen aspectos de investigaci\u00f3n experimental, principalmente de laboratorio (Cap. III). Se sugiere que en aquellos asuntos de inter\u00e9s se busque el trabajo ampliado o se haga uso de las diferentes fuentes de informaci\u00f3n que sirvieron de base al estudio.<\/p>\n

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Cap\u00edtulo 1 – Introducci\u00f3n<\/strong><\/p>\n

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La investigaci\u00f3n experimental ha demostrado que el efecto de los campos electromagn\u00e9ticos (CEM) sobre los seres vivientes est\u00e1 determinado por la intensidad, frecuencia y acumulaci\u00f3n de la exposici\u00f3n. No se conoce sin embargo, hasta qu\u00e9 grado puede alterar la homeostasia, y superada la capacidad de adaptaci\u00f3n del individuo, se instaure una condici\u00f3n patol\u00f3gica. Sobre los posibles mecanismos de acci\u00f3n, tan s\u00f3lo existe una serie de hip\u00f3tesis bajo estudio.<\/p>\n

Los estudios epidemiol\u00f3gicos a la fecha de realizaci\u00f3n de este trabajo son insuficientes y como a\u00fan no son concluyentes, se est\u00e1 en una fase controversial desde el punto de vista cient\u00edfico. Los CEM se han relacionado sobre todo con ciertos tipos de c\u00e1ncer del sistema nervioso central, principalmente gliomas, diversos tipos de leucemia y c\u00e1ncer mamario. Sin embargo, dado que no hay reproducibilidad en los estudios y que existen cr\u00edticas metodol\u00f3gicas, en vez de claridad, las nuevas investigaciones han contribuido a la confusi\u00f3n. Los efectos sobre esterilidad, aborto y malformaciones cong\u00e9nitas, en el balance general no arrojan resultados positivos e igual pasa con alteraciones en el comportamiento humano.<\/p>\n

Un problema adicional generado por esta situaci\u00f3n indefinida sobre los efectos de los CEM en la salud, es la divulgaci\u00f3n de estudios aislados sobre un tema muy especializado que en forma alarmista se presenta al gran p\u00fablico a trav\u00e9s de los medios de informaci\u00f3n. Se hace necesario por tanto un an\u00e1lisis fundamentado en una amplia y actualizada base bibliogr\u00e1fica.<\/p>\n

Con el prop\u00f3sito de contar con el mayor n\u00famero de referencias actualizadas, se hizo uso de bases bibliogr\u00e1ficas contenidas en discos compactos. Fue consultado el Index Medicus (1985-1995) en la Biblioteca Nacional de Salud y Seguridad Social (BINASS); el Current Content (Biological Sciences) de 1992 a 1995, en la Biblioteca Luis Demetrio Tinoco de la Universidad de Costa Rica. Otras bases como INIS, editada por la Comisi\u00f3n Mundial de Energ\u00eda
\nAt\u00f3mica y Excerpta M\u00e9dica, tambi\u00e9n fueron consultadas.<\/p>\n

Los res\u00famenes le\u00eddos en la informaci\u00f3n bibliogr\u00e1fica de los discos compactos, sirvieron para iniciar la b\u00fasqueda de los art\u00edculos principales, en bibliotecas nacionales y extranjeras. Todo este material de apoyo, junto a estudios monogr\u00e1ficos divulgativos y t\u00e9cnicos, fue entregado debidamente organizado al Instituto Costarricense de Electricidad.<\/p>\n

Dos especialistas en la materia, M.Sc. Ruth Greey de Ontario Hydro (Toronto, Canad\u00e1) y el Ing. Harry Brown de Florida Power Inc., dieron su valioso aporte y orientaci\u00f3n. Asimismo la Biblioteca del ICE (CIET) y funcionarios de
\ndicha Instituci\u00f3n enviaron art\u00edculos a trav\u00e9s del Departamento de Ambiente y Energ\u00eda Alterna, que coordin\u00f3 este estudio.<\/p>\n

La investigaci\u00f3n documental bibliogr\u00e1fica presenta estas caracter\u00edsticas:<\/p>\n

a) Actualizada. Incluye investigaciones realizadas en los \u00faltimos diez a\u00f1os y en particular de 1990 a la fecha del trabajo (julio de 1995).
\nb) Autorizada. Se bas\u00f3 en el aporte de investigadores de reconocidos centros de investigaci\u00f3n y no en informaci\u00f3n secundaria o terciaria proveniente de fuentes divulgativas populares.
\nc) Extensiva. Se procur\u00f3 abarcar el mayor n\u00famero de publicaciones de todo el mundo.
\nd) Integral. Abarc\u00f3 variados aspectos tanto de epidemiolog\u00eda, experimentaci\u00f3n biol\u00f3gica como aspectos ambientales y t\u00e9cnicos.
\ne) Imparcial. La informaci\u00f3n obtenida abarc\u00f3 investigaciones con los m\u00e1s diversos resultados, ya que el estudio busca conocer la verdad y no favorecer ninguna tesis particular.<\/p>\n

Recordemos que los seres vivientes, tanto plantas como animales, son estructuras bioel\u00e9ctricas. En efecto, toda c\u00e9lula viva se comporta como un dipolo ya que la distribuci\u00f3n asim\u00e9trica de cargas hace que el interior celular sea negativo respecto al exterior. La diferencia de potencial a trav\u00e9s de la membrana es variable en diversos tipos de c\u00e9lulas, encontr\u00e1ndose valores frecuentes entre -10 y -l00 mV. En los animales y los seres humanos en particular, son frecuentes las manifestaciones el\u00e9ctricas que se valoran con fines diagn\u00f3sticos: electrocardiograma, electroencefalograma, electromiograma y electrorretinograma, entre los m\u00e1s usados.<\/p>\n

Por otro lado, la Tierra se encuentra rodeada de un campo magn\u00e9tico est\u00e1tico de un valor promedio de 500 mG (1 T = 10000 G) y con manifestaciones naturales espor\u00e1dicas de tormentas magn\u00e9ticas de origen solar que pueden alcanzar 50 mG. Por tanto, los seres vivientes han estado sometidos por millones de a\u00f1os a influencias magn\u00e9ticas de origen natural.<\/p>\n

Sin embargo, desde el descubrimiento de la energ\u00eda el\u00e9ctrica y las telecomunicaciones nuestro planeta se empez\u00f3 a poblar de muy diversas ondas pertenecientes al espectro electromagn\u00e9tico, entre ellas los llamados campos electromagn\u00e9ticos de frecuencia extremadamente baja originadas por la energ\u00eda el\u00e9ctrica alterna y otras de mucho mayor frecuencia como las ondas de radio, televisi\u00f3n y radar.<\/p>\n

Por tanto, en la actualidad los seres vivientes estamos expuestos a una gran variedad de ondas, lo cual hace necesario comentar muy brevemente las caracter\u00edsticas del espectro electromagn\u00e9tico.<\/p>\n

Las ondas presentes en la naturaleza y aquellas artificiales producto de la tecnolog\u00eda humana, pueden ordenarse de acuerdo con su frecuencia de oscilaci\u00f3n. Se habla entonces del espectro electromagn\u00e9tico, que abarca desde ondas de frecuencia extremadamente baja, menores de mil ciclos por segundo (unidad llamada Hertz y abreviado Hz) hasta las de muy elevada frecuencia, de miles de millones de Hz. En el grupo de radiaciones de frecuencia m\u00e1s baja del espectro est\u00e1n las ondas originadas por la corriente el\u00e9ctrica, normalmente de 50 \u00f3 6O Hz, que es el tema principal que nos ocupa. En el extremo superior del espectro EM est\u00e1n las ondas de alta frecuencia, tales como rayos gamma y los rayos X, conocidas por su peligrosidad.<\/p>\n

Si se toma como referencia la luz visible, que son ondas electromagn\u00e9ticas para las cuales el ojo tiene receptores especializados en la retina, a mayor frecuencia se encuentran las radiaciones ionizantes y por debajo, las radiaciones no ionizantes que por tener baja energ\u00eda no logran producir radicales libres ni romper las mol\u00e9culas de ADN que forman el material gen\u00e9tico celular.<\/p>\n

Adem\u00e1s de las ondas asociadas a la corriente el\u00e9ctrica, entre el grupo de radiaciones no ionizantes, pero de mucho mayor frecuencia, est\u00e1n las ondas comerciales de radio (AM y FM) y de televisi\u00f3n (VHF y UHF), y las conocidas microondas usadas en hornos y tambi\u00e9n para telecomunicaciones.<\/p>\n

Todo cuerpo cargado el\u00e9ctricamente tiene en su alrededor inmediato un \u00e1rea d\u00f3nde es posible detectar su influencia que se llama “campo el\u00e9ctrico”. Pero en cuanto se inicia el movimiento de cargas, o sea el flujo de corriente, aparece un campo magn\u00e9tico perpendicular al sentido de la corriente. En el caso de la corriente el\u00e9ctrica servida a los usuarios, como es corriente alterna, simult\u00e1neamente se genera un campo magn\u00e9tico oscilatorio o fluctuante de la misma frecuencia que la electricidad.<\/p>\n

La magnitud del campo el\u00e9ctrico, medido usualmente como Volt\/metro (V\/m), est\u00e1 en proporci\u00f3n directa a la tensi\u00f3n y decrece a medida que aumenta la distancia. El campo magn\u00e9tico se mide en dos unidades; en el sistema cegesimal es el Gauss, abreviado como G, y en el sistema internacional corresponde al Tesla (T). Dada su magnitud, es frecuente que se use el miligauss (mG) y el microtesla (uT) para describir los campos magn\u00e9ticos asociados a la corriente el\u00e9ctrica.<\/p>\n

En forma similar al campo el\u00e9ctrico, el campo magn\u00e9tico depende de una variable el\u00e9ctrica y de la distancia. Su magnitud est\u00e1 relacionada directamente con el flujo de corriente (medido en Amperes) y decrece tambi\u00e9n r\u00e1pidamente con la distancia.<\/p>\n

Es interesante anotar que aunque el campo el\u00e9ctrico se puede aislar, no hay barreras para el campo magn\u00e9tico.<\/p>\n

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Dondequiera que haya corriente alterna, necesariamente habr\u00e1 un campo magn\u00e9tico en los alrededores. Esto incluye todo sistema electrico, desde las plantas de generaci\u00f3n, subestaciones elevadoras, l\u00edneas de transmisi\u00f3n, subestaciones reductoras, l\u00edneas de distribuci\u00f3n, transformadores, l\u00edneas primarias y secundarias, hasta el apararato que utilice la corriente: horno, cocina, TV, radio, plancha, computadora, etc\u00e9tera.<\/p>\n

Aunque el tema que nos ocupa es el de radiaciones de frecuencia muy baja (50 \u00f3 60 Hz), resulta provechoso tomar en cuenta que vivimos un mundo lleno de todo tipo de radiaciones, cada d\u00eda en aumento y de muy diversa \u00edndole, asociados principalmente a consumo el\u00e9ctrico y a las telecomunicaciones.<\/p>\n

Las l\u00edneas de transmisi\u00f3n a\u00e9rea han sido objeto de queja por pobladores cercanos a las mismas debido a efectos ambientales, entre ellos el temor a radiaciones electromagn\u00e9ticas y a accidentes mec\u00e1nicos como derrumbamiento de una torre o ca\u00edda de un cable. Tambi\u00e9n pueden provocar interferencia con se\u00f1ales de radio o de televisi\u00f3n y en ciertas condiciones atmosf\u00e9ricas un ruido audible asociado a luminosidad (efecto corona).
\nAlgunos ven el avance del progreso a lo largo de una l\u00ednea de transmisi\u00f3n, pero para otros es una interferencia visual con el entorno natural.<\/p>\n

La alternativa de conducci\u00f3n subterr\u00e1nea como soluci\u00f3n tiene un costo entre 10 y 20 veces mayor, que posiblemente los usuarios no est\u00e9n dispuestos a pagar. Ya que ocasionalmente una persona puede estar debajo de una l\u00ednea a\u00e9rea de alta tensi\u00f3n , es conveniente conocer que el efecto del campo el\u00e9ctrico es muy inferior al proveniente de la misma bioelectricidad corporal y mayor a la de muchos aparatos electrodom\u00e9sticos con ligeros desperfectos de aislamiento y que pasan desapercibidos para nosotros.<\/p>\n

Por otro lado, cuando la persona se expone a un campo magn\u00e9tico, se inducen corrientes el\u00e9ctricas perpendiculares a la direcci\u00f3n del campo. Estas corrientes, producto de acciones indirectas del campo magn\u00e9tico son imperceptibles y est\u00e1n por debajo de los cambios el\u00e9ctricos asociados a la conducci\u00f3n nerviosa, la contracci\u00f3n muscular y la actividad card\u00edaca, fen\u00f3menos que constantemente acompa\u00f1an al cuerpo humano.<\/p>\n

Resulta de inter\u00e9s acotar que la cercan\u00eda a muchos electrodom\u00e9sticos produce una exposici\u00f3n mayor que las l\u00edneas de alta tensi\u00f3n y que ciertas actividades como la de los soldadores y empleados de fundiciones, definitivamente son mucho mayores. Este concepto es ilustrativo de que por todos lados tenemos electricidad y que aunque el factor intensidad de corriente es importante, tambi\u00e9n lo es la cercan\u00eda a la fuente conductora de electricidad en cuanto a la generaci\u00f3n de campos magn\u00e9ticos.<\/p>\n

Cap\u00edtulo 2 – Investigaci\u00f3n epidemiol\u00f3gica<\/strong><\/p>\n

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En los \u00faltimos a\u00f1os se han intensificado las investigaciones que tratan de probar si existe un efecto biol\u00f3gico del campo electromagn\u00e9tico (CEM), particularmente asociado con frecuencias de onda extremadamente bajas (feb). En Norteam\u00e9rica y en Europa Occidental es donde con mayor \u00e9nfasis se han llevado a cabo estos estudios, lo cual coincide con el alto grado de industrializaci\u00f3n y consumo el\u00e9ctrico, prevalencia de neoplasias y preocupaci\u00f3n ambiental de la poblaci\u00f3n.<\/p>\n

Hasta el momento de preparaci\u00f3n del trabajo, la agencia de protecci\u00f3n ambiental de los Estados Unidos de Norte Am\u00e9rica (Environmental Protection Agency, EPA) no ha establecido limitaciones de protecci\u00f3n a la poblaci\u00f3n diferentes a las usuales, en el caso de las radiaciones de CEM. Sin embargo, ha llevado a cabo una amplia labor de divulgaci\u00f3n para mantener al p\u00fablico informado de las posibles consecuencias de las radiaciones y de las \u00faltimas investigaciones, y as\u00ed facilitar las relaciones de la comunidad con las empresas.<\/p>\n

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Es de inter\u00e9s anotar tambi\u00e9n que, el gobierno federal en los Estados Unidos ha destinado recursos para la investigaci\u00f3n cient\u00edfica, tanto de tipo epidemiol\u00f3gica como de laboratorio, con el fin de dilucidar los efectos biol\u00f3gicos y posibles consecuencias sobre la salud humana.<\/p>\n

Los resultados obtenidos no han sido definitivos y a menudo son controversiales, existiendo cr\u00edticas sobre los dise\u00f1os del experimento o la intensidad del CEM utilizado experimentalmente, aunque no se duda de que las radiaciones afecten la materia viviente, todav\u00eda no se cuantifica hasta d\u00f3nde puede ser causante de una patolog\u00eda importante. Lo que s\u00ed es cierto es que desde la publicaci\u00f3n en 1979 (Wertheimer & Leeper) que describ\u00eda la posible relaci\u00f3n de leucemia en ni\u00f1os con exposici\u00f3n a l\u00edneas de alto voltaje, el p\u00fablico se ha interesado en el tema y ha tenido una participaci\u00f3n que ha ido m\u00e1s all\u00e1 de las evidencias cient\u00edficas, lo cual hace necesario una revisi\u00f3n actualizada y a fondo de las investigaciones realizadas.<\/p>\n

Mientras no se conozcan ni los resultados definitivos ni los mecanismos, la pr\u00e1ctica de la evitaci\u00f3n prudente es una garant\u00eda, como lo recomienda Hendee & Boteler (1994). Este concepto fue enunciado por M.G. Morgan, del Depto de Ingenier\u00eda y Pol\u00edticas P\u00fablicas de la Universidad Carnegie Mellon en 1989, y tiene amplia aceptaci\u00f3n pr\u00e1ctica. En s\u00edntesis, mientras se investiga m\u00e1s al respecto, m\u00e1s vale prevenir, utilizando procedimientos de evitaci\u00f3n razonable.<\/p>\n

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Los empleados de compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas, sobre todos aquellos cuyo trabajo se desarrolla en los sitios de mayor exposici\u00f3n a los campos electromagn\u00e9ticos (plantas, subestaciones, l\u00edneas de transmisi\u00f3n y
\nde distribuci\u00f3n, etc.) han sido objeto de muy variados estudios epidemiol\u00f3gicos.<\/p>\n

Han sido publicados los hallazgos de la investigaci\u00f3n conducida por el Departamento de Epidemiolog\u00eda de la Escuela de Salud P\u00fablica de la Universidad de Carolina del Norte (Savitz & Loomis, 1995). El estudio fue realizado en un conjunto hist\u00f3rico de 138.905 hombres, empleados por cinco compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas de los Estados Unidos de Norteam\u00e9rica, y que por lo menos trabajaron 6 meses entre 1950 y 1986, usando un dise\u00f1o experimental cuantitativo. Los datos obtenidos, a juicio de los autores, no dan base para una asociaci\u00f3n entre la exposici\u00f3n ocupacional al campo magn\u00e9tico y la leucemia, pero sugiere una relaci\u00f3n con el c\u00e1ncer cerebral. La mortalidad por c\u00e1ncer cerebral aument\u00f3 modestamente en relaci\u00f3n con la duraci\u00f3n de los trabajos y al mayor \u00edndice de exposici\u00f3n al CEM.<\/p>\n

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Otro estudio epidemiol\u00f3gico de gran envergadura fue el realizado por un equipo de investigadores de cuatro instituciones: Departamento de Salud Ocupacional, Facultad de Medicina de la Universidad de McGill en Montreal, Canad\u00e1; Departamento de Medicina Preventiva y Bioestad\u00edstica de la Facultad de Medicina de la Universidad de Toronto, Canad\u00e1; Instituto Nacional de Salud e Investigaci\u00f3n M\u00e9dica de Francia y los Servicios Generales de Medicina del Trabajo de la Empresa Electricit\u00e9 de France, (Th\u00e9riault y otros, 1994).<\/p>\n

El grupo experimental abarc\u00f3 poco m\u00e1s de 223.000 trabajadores de tres compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas: Ontario Hydro, Hydro Queb\u00e9c y Electricit\u00e9 de France, en un periodo de observaci\u00f3n de 1970 a 1989. Se estim\u00f3 la exposici\u00f3n media acumulativa tomando como base la medici\u00f3n de trabajadores que ocupan actualmente cargos similares. Aunque no se encontr\u00f3 relaci\u00f3n entre los CEM en 29 tipos de c\u00e1ncer estudiados, entre ellos melanoma de la piel, c\u00e1ncer mamario masculino y de pr\u00f3stata, si se informa de una asociaci\u00f3n positiva en otros tipos de c\u00e1ncer. En trabajadores con una exposici\u00f3n acumulativa alta se encontr\u00f3 un mayor riesgo en tres tipos de leucemia, y aunque se menciona un mayor riesgo para c\u00e1ncer cerebral, no fue estad\u00edsticamente significativo.<\/p>\n

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El mismo grupo de investigaci\u00f3n, el estudio tripartito de Ontario Hydro, Hydro Quebec y Electricit\u00e9 de France, pocos meses despu\u00e9s public\u00f3 otro trabajo donde m\u00e1s bien se\u00f1ala sobre una clara asociaci\u00f3n con el c\u00e1ncer cerebral y no con otros tipos de c\u00e1ncer de los cuales se sospechaba anteriormente (Armstrong y otros, 1994). La asociaci\u00f3n con c\u00e1ncer pulmonar fue para el grupo de alta exposicion al CEM y sobre todo detectada en Quebec. Aclaran que debido a que los aparatos usados para medir la intensidad del campo magn\u00e9tico tambi\u00e9n responden a se\u00f1ales en la banda entre los 5 a 2O MHz, hasta frecuencia de 150 y 300 MHz, se limita la evidencia de la relaci\u00f3n causal entre enfermedad y CEM.<\/p>\n

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Investigadores del Registro de C\u00e1ncer de Noruega, del Intituto de Investigaci\u00f3n Epidemiol\u00f3gica en Oslo, en un estudio que incluy\u00f3 5088 hombres que trabajaron alguna de las ocho compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas que participaron en el estudio, entre 1920 y 1991, informan que la incidencia de c\u00e1ncer fue cercana a la unidad en el conjunto, lo cual indica que el estudio estad\u00edstico no detecta diferencias atribuibles al CEM. (Tynes y otros, 1994). Adem\u00e1s, la raz\u00f3n de incidencia estandarizada para linfoma, estuvo por debajo de la unidad y que la leucemia y los tumores cerebrales, fueron similares a los controles (casos t\u00edpicos o normales).
\nSi result\u00f3 llamativo que aunque la exposici\u00f3n acumulada calculada para el campo el\u00e9ctrico y el campo magn\u00e9tico no se relacion\u00f3 ni con la leucemia ni el c\u00e1ncer cerebral, si se encontr\u00f3 un exceso de melanoma maligno en aquellos pertenecientes a la m\u00e1s alta categor\u00eda de exposici\u00f3n a campos electromagn\u00e9ticos.<\/p>\n

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En Suecia, se ha encontrado, en un estudio de casos y controles, que el riesgo de padecer de leucemia aumenta con el grado de exposici\u00f3n al CEM (Floderus y otros, 1993). Los autores anotan que aunque se midi\u00f3 la intensidad del campo en el sitio de trabajo actualmente, pueda que no refleje las condiciones de la verdadera exposici\u00f3n al tiempo del empleo del funcionario.<\/p>\n

Un estudio muy conocido fue el de Dinamarca (Gu\u00e9nel y otros, 1993) realizado en un grupo de 2,8 millones de daneses, de 20 a 64 a\u00f1os y que incluy\u00f3 un per\u00edodo de 17 a\u00f1os. Se encontr\u00f3 un exceso de riesgo de padecer leucemia (aguda y de otros tipos), pero no tuvieron un exceso de riesgo para c\u00e1ncer cerebral y melanomas. El riesgo para leucemia en trabajadores cont\u00ednuamente expuestos fue principalmente en electricistas en trabajos de instalaci\u00f3n y en obreros de fundiciones, pero no se evidenci\u00f3 en electricistas que trabajan en las plantas de generaci\u00f3n el\u00e9ctrica.<\/p>\n

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El estudio de de Sahl y colaboradores no deja de ser importante mencionarlo aqu\u00ed, ya que se obtuvo especial cuidado en correlacionar el trabajo con el grado de exposici\u00f3n al campo magn\u00e9tico en trabajadores de actividades el\u00e9ctricas (operadores de plantas, subestaciones, linieros, electricistas, mec\u00e1nicos, t\u00e9cnicos, soldadores, etc.). La comparaci\u00f3n se hizo con funcionarios de otras oficinas y personal t\u00e9cnico de apoyo y se concluye que no hay una asociaci\u00f3n consistente entre la ocupaci\u00f3n o el campo magn\u00e9tico medido y la muerte por leucemia, linfoma, c\u00e1ncer cerebral y todos los tipos de c\u00e1ncer conbinados.<\/p>\n

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Es de inter\u00e9s acotar que el trabajo de investigaci\u00f3n realizado en Suecia (Tynes y otros, 1994), no logra demostrar ninguna asociaci\u00f3n patol\u00f3gica entre tumores cerebrales o leucemia con la exposici\u00f3n a campos electromagn\u00e9ticos y aunque el estudio detect\u00f3 aumento en el melanoma maligno, se advierte que es para la categor\u00eda de exposici\u00f3n mayor y comenta sobre una posible asociaci\u00f3n con bifenilos policlorinados por lo que tambi\u00e9n en futuros estudios debiera tomarse en cuenta junto con los CEM-feb.<\/p>\n

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El estudio del grupo de investigadores patrocinados por Ontario Hydro, Hidro Queb\u00e9c y Electricit\u00e9 de France ha producido dos importantes informes cient\u00edficos. En el primero encuentra asociaci\u00f3n entre los valores crecientes de exposici\u00f3n al CEM y diversos tipos de leucemia y un ligero aumento sobre c\u00e1ncer cerebral, aunque sin significancia estad\u00edstica (Th\u00e9riault y otros, 1994). S\u00ed anotan que no hay una correlaci\u00f3n directa entre el padecimiento y la intensidad del CEM, as\u00ed como tampoco consistencia en los hallazgos reportados entre las tres compa\u00f1\u00edas.<\/p>\n

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Varios meses despu\u00e9s, producto de la misma investigaci\u00f3n fue publicado otro trabajo (Armstrong y otros, 1994) en que aclaran que la relaci\u00f3n existente entre la exposici\u00f3n al campo magn\u00e9tico y la enfermedad se evidencia en el caso del c\u00e1ncer pulmonar y no en otros tipos de c\u00e1ncer a los que se hab\u00edan referido en publicaciones anteriores. Tomaron como justificaci\u00f3n el problema de la medici\u00f3n exacta del CEM pues se vio que es sensible a otras longitudes de onda, lo cual hace dudar de las conclusiones originales.<\/p>\n

Por otro lado, el estudio de Carolina del Norte (Savitz & Loomis, 1995) informa que se sugiere una asociaci\u00f3n con el c\u00e1ncer cerebral, a mayor duraci\u00f3n de la exposici\u00f3n e intensidad del CEM, pero no se relaciona con la leucemia.<\/p>\n

Si se incluyen las conclusiones del equipo de investigadores sueco (Floderus y otros, 1993) quienes informan de una asociaci\u00f3n con la leucemia, tendr\u00edamos entonces que cuatro prestigiosos grupos de investigadores en pa\u00edses diferentes, llegan a conclusiones diferentes: c\u00e1ncer cerebral, c\u00e1ncer pulmonar , melanoma maligno, leucemia.<\/p>\n

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Por tanto, el panorama es realmente confuso pues no hay consistencia entre los resultados en diferentes pa\u00edses y por diversos investigadores, siendo que el campo electromagn\u00e9tico est\u00e1 presente en todos los casos. Esta falta de consistencia es lo que ha llevado a concluirse que no hay una base cient\u00edfica sobre la asociaci\u00f3n del CEM con patolog\u00edas humanas importantes.<\/p>\n

 <\/p>\n

Hay resultados aparentemente contra corriente, pues se espera que la exposici\u00f3n a campos electromagn\u00e9ticos sea el origen de alguna patolog\u00eda, y no ha podido establecerse tal correlaci\u00f3n (Sahl y otros, 1993). Por eso estos autores concluyen dos cosas: o que no hubo precisi\u00f3n en la medida del CEM o que no est\u00e1 relacionado con el c\u00e1ncer. El an\u00e1lisis de grupo y tres estudios de casos y controles abarc\u00f3 36.221 empleados de compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas, de 1960 a 1980, y fue insuficiente para demostrar relaci\u00f3n de CEM y la salud humana.<\/p>\n

 <\/p>\n

El estudio de Dinamarca, (Gu\u00e9nel y otros, 1993) asocia un riesgo de leucemia y CEM especialmente en hombres expuestos (electricistas de instalaciones), pero curiosamente, no en quienes laboran en plantas de generadoras.
\nTodav\u00eda m\u00e1s llamativo es el caso de un grupo de epidemi\u00f3logos rusos (Gurvich y otros, 1994), ya que en un estudio de grupo (l.300 subestaciones con trabajadores de seis plantas, se observ\u00f3 que se duplicaba el riesgo de leucemia comparado con la poblaci\u00f3n general; pero en el estudio de casos y controles el riesgo de padecer de leucemia no fue mayor en la poblaci\u00f3n expuesta al CEM.<\/p>\n

 <\/p>\n

Hasta el momento, los resultados obtenidos no han sido definitivos y a menudo son controversiales, por lo que existen cr\u00edticas metodol\u00f3gicas (Savitz, 1993, Siemiatycki, 1993 y Kaune, 1993). Lo que s\u00ed es cierto es que desde la publicaci\u00f3n de 1979 (Wertheimer & Leeper) en que se describ\u00eda la relaci\u00f3n de leucemia en ni\u00f1os con exposici\u00f3n campos magn\u00e9ticos debido a la configuraci\u00f3n el\u00e9ctrica, el p\u00fablico se ha involucrado en el tema y ha tenido una participaci\u00f3n que ha ido m\u00e1s all\u00e1 de las evidencias cient\u00edficas. Se requiere entonces una visi\u00f3n no s\u00f3lo actualizada sino amplia, con conocimiento a fondo de los estudios epidemiol\u00f3gicos y experimentales, tal como ha sido hecho en varios meta-an\u00e1lisis que posteriormente ser\u00e1n comentados.<\/p>\n

 <\/p>\n

En Suecia, un pa\u00eds cuidadoso del ambiente y con gran participaci\u00f3n de las comunidades, el asunto de las l\u00edneas de alta tensi\u00f3n y la salud humana ha sido relevante y varias investigaciones han tratado el asunto. El trabajo de Feychting & Ahlbom (1993) del Instituto Karolinska en Estocolmo, consider\u00f3 a menores de 16 a\u00f1os que hubieran vivido por lo menos un a\u00f1o a no m\u00e1s de 300 m de l\u00edneas de transmisi\u00f3n de 200 y 400 kV. Se encontr\u00f3 un aumento en el riesgo para leucemia infantil, proporcional a la radiaci\u00f3n magn\u00e9tica, pero no para linfoma ni tumores del sistema nervioso central. No se aument\u00f3 el riesgo para todos los tipos de cancer infantil combinados.<\/p>\n

 <\/p>\n

Apareci\u00f3 despu\u00e9s la publicaci\u00f3n de estos autores sobre el efecto de las l\u00edneas de alta tensi\u00f3n sobre posibles patolog\u00edas asociadas en adultos (Feychting & Alhbom, l994). Entre sus hallazgos destaca que para leucemia cr\u00f3nica linf\u00e1tica y para tumores del sistema nervioso central el riesgo relativo fue cercano o menor a uno, lo cual indica que no hay asociaci\u00f3n entre CEM y estas enfermedades. En los casos de leucemia mieloide (aguda y cr\u00f3nica) se encontr\u00f3 un riesgo relativo elevado, lo cual se\u00f1ala una probabilidad de que CEM se asocien a esos tipos de c\u00e1ncer.<\/p>\n

 <\/p>\n

Floderus y otros (1993) del Instituto Nacional Sueco de Salud Ocupacional, concluyen en que la exposici\u00f3n ocupacional a los CEM constituyen un riesgo en el desarrollo de ciertos tipos de c\u00e1ncer. Ellos reportan para la leucemia linfoc\u00edtica cr\u00f3nica un riesgo aumentado de acuerdo al nivel de exposici\u00f3n, pero no se encontr\u00f3 asociaci\u00f3n con la leucemia aguda mieloide. Para tumores cerebrales el estudio mostr\u00f3 un aumento en el riesgo correspondiendo a valores altos de exposici\u00f3n.<\/p>\n

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Los tres trabajos anteriormente citados fueron comentados por Goethe (1993). Anota que en el caso de la leucemia infantil, los valores encontrados si los CEM fueran el factor causal, corresponder\u00edan a un caso por a\u00f1o para toda Suecia, por exposici\u00f3n a l\u00edneas de alta tensi\u00f3n. Sobre adultos se\u00f1ala: no hay tendencia a un aumento en el riesgo para todos los tipos de leucemia combinados y que al verlos por separado, el riesgo relativo de la leucemia aguda mieloide sube, pero baja la leucemia linfoc\u00edtica cr\u00f3nica.<\/p>\n

 <\/p>\n

Del trabajo de Floderus (1993) sobre riesgo ocupacional por los CEM, Goethe apunta que resulta sorprendente que la leucemia mieloide aguda no aumentara, como s\u00ed lo report\u00f3 el grupo del Karolinska. Por otro lado, la leucemia linfoc\u00edtica cr\u00f3nica que mostr\u00f3 un riesgo ocupacional elevado en el grupo mayormente expuesto a CEM, resulta que en el caso de viviendas cercanas a l\u00edneas de alta tensi\u00f3n m\u00e1s bien mostr\u00f3 un riesgo disminuido.
\nSin embargo, debido a la reacci\u00f3n del p\u00fablico y de los medios, las autoridades suecas declararon que los nuevos est\u00e1ndares tomar\u00edan en consideraci\u00f3n como si hubiera una conexi\u00f3n entre CEM y c\u00e1ncer infantil.<\/p>\n

En Inglaterra, en un estudio de casos y controles, se investigaron las patolog\u00edas hematol\u00f3gicas en adultos en relaci\u00f3n con las l\u00edneas de alta tensi\u00f3n (Youngson y otros, 1991). Encuentran que considerados el conjunto de diversos tipos de leucemias no hubo diferencias estad\u00edsticamente significativas ya fuera incluyendo la distancia o el campo magn\u00e9tico. En los casos de los que viven dentro de los 50 m de una l\u00ednea a\u00e9rea de alta tensi\u00f3n, alcanza apenas ser estad\u00edsticamente significativo con una tendencia proporcional a la distancia. Los autores en la interpretaci\u00f3n se\u00f1alan que pueda que no haya una verdadera asociaci\u00f3n entre leucemia y CEM y que la escasa significancia sea casual. Pero cuando el an\u00e1lisis se hace sectorial, se encuentran asociaciones positivas, lo cual lleva a los autores a decir que los resultados ni confirman ni refutan la posibilidad de riesgo de padecer c\u00e1ncer de la sangre por cercan\u00eda residencial a l\u00edneas de alta tensi\u00f3n.<\/p>\n

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Coleman y otros (1989) estudiaron los casos de diferentes tipos de leucemia en una poblaci\u00f3n cercana al mill\u00f3n de habitantes, que seg\u00fan el Registro de C\u00e1ncer de Thames correspondi\u00f3 a 811 enfermos, entre 1965-80, de los que fueron estudiados 711. Se tomaron en cuenta grupos de edad y diferentes distancias de las l\u00edneas de alta tensi\u00f3n report\u00e1ndose que no hay una clara evidencia de asociaci\u00f3n entre habitar cerca de l\u00edneas de alta tensi\u00f3n o subestaciones, ya que a veces aunque el riesgo est\u00e9 aumentado, no hubo significancia en las pruebas estad\u00edsticas. Tampoco se observ\u00f3 una tendencia en el padecimiento al relacionarlo con la cercan\u00eda a la fuente de CEM y a veces el riesgo estimado fue cercano a la unidad. Se menciona como problema el que es dif\u00edcil dar seguimiento a los casos de fallecidos y que al no medirse el CEM, no hay un control preciso del factor causal. En resumen, hay ausencia de una clara asociaci\u00f3n entre leucemia y cercan\u00eda de las l\u00edneas de transmisi\u00f3n y de distribuci\u00f3n.<\/p>\n

En la regi\u00f3n de Yorkshire, un equipo multidisciplinario de la Universidad de Leeds (Myers, 1990) condujo una investigaci\u00f3n en la cual se valoraba la leucemia en ni\u00f1os y su relaci\u00f3n con l\u00edneas de transmisi\u00f3n a\u00e9reas. El resultado indic\u00f3 que no hay asociaci\u00f3n entre el c\u00e1ncer infantil (leucemia) y la proximidad a las l\u00edneas o al CEM medido.<\/p>\n

Con anterioridad, MacDowall en 1986, estudi\u00f3 varios grupos de edad y los relacion\u00f3 con la exposici\u00f3n a las l\u00edneas pero no obtuvo evidencias de peligrosidad por vivir cerca de las l\u00edneas. No hubo exceso de mortalidad al comparar casos y controles para todos los casos de c\u00e1ncer combinados y de las leucemias que se se estudiaron.<\/p>\n

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En algunos casos se presenta preocupaci\u00f3n por casos de aborto espont\u00e1neo debido a los CEM en oficinas, pero la medici\u00f3n de CEM mediante dos\u00edmetros personales arroj\u00f3 un valor modesto, entre 1,0 y 6,5 mG, con un promedio de 3,2 mG (Breysse y otros, 1994).<\/p>\n

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Sin embargo, en Finlandia se encontr\u00f3 que el aborto natural era mayor cuando el CEM residencial era m\u00e1s alto, aunque se\u00f1alan que por el bajo n\u00famero de casos, el resultado debe interpretarse con precauci\u00f3n (Juutilainen y otros, 1993). A la inversa, otros encuentran que la exposici\u00f3n residencial no tiene efectos reproductivos adversos tales como embarazo espont\u00e1neo o malformaciones, aunque debe estudiarse m\u00e1s (Shao & Croen, 1993).<\/p>\n

Investigaciones en Australia (Delpizzo, 1994) se\u00f1alan que las personas expuestas al CEM de las terminales de video, no est\u00e1n en mayor riesgo que la poblaci\u00f3n general. Este estudio es confirmatorio del meta-an\u00e1lisis de Parazzini y otros (1993) que informa de la ausencia de evidencia confirmatoria en el riesgo reproductivo por exposici\u00f3n al CEM proveniente de los aparatos de video.<\/p>\n

Debe tomarse en cuenta que la investigaci\u00f3n no ha sido capaz de demostrar que exista un efecto genot\u00f3xico, como concluye McCann y otros (1994), luego de una amplia revisi\u00f3n de 55 art\u00edculos sobre efectos genot\u00edpicos debidos al CEM. Por otro lado, Brent y otros (1993), hablan que la etiolog\u00eda de las malformaciones cong\u00e9nitas es m\u00faltiple y en cuanto a los CEM todav\u00eda es temprano para asignarles causalidad.
\nDe hecho, otro de sus trabajos, en este caso de tipo meta-an\u00e1lisis, concluye en que el hallazgo m\u00e1s consistente es que los CEM, a\u00fan a altas exposiciones no generan un aumento medible en fallas reproductivas en la poblaci\u00f3n. (Brent y otros, 1993).<\/p>\n

 <\/p>\n

En Francia, en un estudio para correlacionar si las l\u00edneas de alto voltaje estaban asociadas a malformaciones cong\u00e9nitas, se concluy\u00f3 que no hay exceso de ning\u00fan tipo de malformaciones observadas por exposici\u00f3n a l\u00edneas de transmisi\u00f3n (Robert, 1993). Todo indica que no hay evidencia significativa de riesgo por CEM tal como se demuestra en la ausencia de efectos sobre el crecimiento y el desarrollo fetal (Bracken y otros 1995). En forma similar, Lundsberg (1995) en un estudio de exposici\u00f3n al CEM y subfertilidad, encuentra que el recuento, morfolog\u00eda y movilidad de espermatozoides fueron normales.
\nPor tanto, no se ha demostrado la relaci\u00f3n inequ\u00edvoca entre CEM y riesgo reproductivo y m\u00e1s bien la mayor parte de los trabajos son negativos al respecto.<\/p>\n

Ha sido descrito por McMahan y otros (1994) que los CEM no son responsables de sintomatolog\u00eda depresiva en mujeres. En ese estudio llevado a cabo en el Condado de Orange, California, no se encontraron diferencias significativas en el comportamiento en aquellas mujeres que viv\u00edan a una cuadra con aquellas que resid\u00edan adyacentes a las l\u00edneas de transmisi\u00f3n, usando pruebas validadas.
\nEn trabajadores de la industria el\u00e9ctrica tambi\u00e9n se ha visto que la exposici\u00f3n a los CEM no presenta riesgos de un aumento en el grado de depresi\u00f3n (Savitz y otros, 1994). Hacen la salvedad de que s\u00ed se presenta en electricistas y empleados de corto t\u00e9rmino. Es criterio de Paneth (1993) que no hay efectos en funciones cognitivas debidos a CEM, pero que la depresi\u00f3n y la sintomatolog\u00eda psiqui\u00e1trica todav\u00eda deben evaluarse mejor.
\nEn un tiempo se consider\u00f3 el peligro del uso de cobijas el\u00e9ctricas por la \u00edntima relaci\u00f3n con la persona, pero se ha visto que no est\u00e1n relacionadas con el c\u00e1ncer mamario como se pens\u00f3 en un principio (Vena y otros, 1994). Adem\u00e1s, como lo refiere Cantor y otros (1995), no se pudo encontrar asociaci\u00f3n entre el CEM de car\u00e1cter ocupacional y el c\u00e1ncer mamario.<\/p>\n

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Cap\u00edtulo 3 – Investigaci\u00f3n de laboratorio<\/strong><\/p>\n

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Aunque no se sabe el mecanismo de acci\u00f3n de c\u00f3mo los CEM ejercen su efecto biol\u00f3gico, las teor\u00edas son abundantes, y se pueden citar: alteraciones en el potencial el\u00e9ctrico de la membrana celular, problemas asociados a la concentraci\u00f3n intracelular del i\u00f3n calcio, interferencia con la s\u00edntesis proteica, variaci\u00f3n de la liberaci\u00f3n de melatonina, cristales de magnetita, alteraciones enzim\u00e1ticas, etc., varios de los cuales han sido discutidos por Cleary (1993).<\/p>\n

 <\/p>\n

La regulaci\u00f3n de la gl\u00e1ndula pineal ha tenido bastante divulgaci\u00f3n, con base en el principio de que la hormona producida, llamada melatonina tiene un efecto anti-oncog\u00e9nico y por tanto protector contra el c\u00e1ncer, es suprimida por los CEM. Reiter (1993) es un propulsor del mecanismo mediante el cual los CEM inhiben la liberaci\u00f3n de melatonina, mediante est\u00edmulos luminosos o debidos a ondas magn\u00e9ticas de car\u00e1cter oscilatorio. Sin embargo, se ha visto que a diferencia de los roedores, en humanos los CEM provenientes de experimentos de RMN, no alteraron los niveles de melatonina.<\/p>\n

 <\/p>\n

Ya que en ratas la acci\u00f3n citot\u00f3xica de la melatonina sobre l\u00edneas celulares de c\u00e1ncer mamario es evidente, y ya sea por la luz o los CEM se inhibe la melatonina, habr\u00eda un aumento en el riesgo del c\u00e1ncer mamario (Tynes, 1993). En igual sentido se manifiestan otros autores que trabajaron sobre un modelo experimental de c\u00e9lulas cancer\u00edgenas humanas, en que se demuestra que el CEM elimin\u00f3 el efecto anti-oncog\u00e9nico de la melatonina (Liburdy y otros, 1993).<\/p>\n

Ha sido descrito que al alterarse el potencial de la membrana celular (Azadniv y otros, 1993), en varios tipos de c\u00e9lulas animales, los CEM act\u00faan como una se\u00f1al que reduce la tasa de crecimiento.<\/p>\n

 <\/p>\n

En l\u00edneas celulares leuc\u00e9micas humanas, por efecto de CEM se registran cambios en la conductividad de la membrana celular, pero esto se consigue a intensidades de radiaci\u00f3n que son tres \u00f3rdenes de magnitud mayores que las corrientes (Santini y otros, 1995).<\/p>\n

Por su lado, Eichwald (1995), reporta que mediante un proceso de transducci\u00f3n celular en que interviene la prote\u00edna reguladora G, el CEM altera la concentraci\u00f3n intracelular de calcio y por tanto las actividades dependientes de este cati\u00f3n.<\/p>\n

 <\/p>\n

Se ha hablado tambi\u00e9n de una posible interacci\u00f3n entre magnetita intracelular y el CEM. Estas part\u00edculas ferromagn\u00e9ticas lesionar\u00edan la estructura biol\u00f3gica si se expone al CEM (Kobayashi, 1995), pero se ha encontrado que los informes de laboratorio son equ\u00edvocos por deberse a encontrarse la magnetita como contaminante (Saffer y otros, 1995).<\/p>\n

 <\/p>\n

Aunque el mecanismo oncog\u00e9nico es desconocido, los informes cient\u00edficos producto del resultado de los experimentos de laboratorio son tan abundantes, como variados y a veces contradictorios.<\/p>\n

As\u00ed, por ejemplo, Galt y otros (1955), no hallan defectos cromos\u00f3micos ni alteraciones enzim\u00e1ticas por efecto de los CEM. Para que se produzca un efecto carcinog\u00e9nico o mutag\u00e9nico, alteraciones en el ADN son un requisito, pero en experimentos con filamentos sencillos de ADN no pudo producirse lesi\u00f3n por efecto de CEM ni con un estr\u00e9s oxidativo simult\u00e1neo (Fairbairn & O\u00b4Neill, 1994). Mediante estudios con linfocitos, con exposici\u00f3n entre 50 y 100 mG, de cinco par\u00e1metros en un estudio citogen\u00e9tico, dos fueron afectados, entre ellos el rompimiento de cromosomas. Ha sido reportado que los CEM-feb aumentan la transcripci\u00f3n gen\u00e9tica y la tasa de degradaci\u00f3n del ARN ribosomal, seg\u00fan se ha visto en c\u00e9lulas leuc\u00e9micas (Green y otros, 1993).<\/p>\n

 <\/p>\n

Mevissen y otros (1995), en experimentos con ratas, encuentran un aumento en la enzima descarboxilasa de la ornitina, similar a lo que producen otros agentes cancer\u00edgenos, por exposici\u00f3n a CEM, pero no se observa en todos los tejidos estudiados.<\/p>\n

En l\u00edneas celulares de osteosarcoma el efecto de los CEM se ha manifestado en aumento de los receptores de membrana, similares a la insulina (Fitzsimmond, 1995), lo cual explicar\u00eda el efecto osteog\u00e9nico. Para algunos hay un aumento en el metabolismo, como se comprueba por su mayor capacidad para adaptarse a nutrientes y ligero aumento en el crecimiento, visto en bacterias sometidas a CEM (Kondo, 1995). Pero m\u00e1s bien, con una exposici\u00f3n elevada, el crecimiento de linfocitos se inhibe, como lo ha demostrado Norimura (1993).<\/p>\n

Resulta de inter\u00e9s conocer que Dacha y otros (1993), han demostrado que en eritrocitos, las enzimas glicol\u00edticas, el consumo de glucosa y la formaci\u00f3n de lactato, no cambia por acci\u00f3n del CEM, al compararse con los controles.<\/p>\n

Tambi\u00e9n se han encontrado efectos ben\u00e9ficos. Para algunos, la magnetoterapia es una alternativa v\u00e1lida usada en la medicina f\u00edsica, m\u00e1s que un peligro, como Jacobsen (1993), que le ve una serie de aplicaciones alternas. Ha sido muy usada en casos de fracturas y en general, alteraciones del tejido conectivo, ya que aumentan su capacidad de regeneraci\u00f3n y reparaci\u00f3n tisular (Aaron & Ciombor, 1993). Tambi\u00e9n \u00faltimamente se ha visto un efecto ben\u00e9fico en casos de la enfermedad de Parkinson y en la esclerosis lateral m\u00faltiple, con dosis muy peque\u00f1as en el rango de picoteslas (Sandik & Derpapas, 1993; Sandik 1994).<\/p>\n

 <\/p>\n

Se ha visto que resuelve favorablemente procesos inflamatorios como la osteartritis de la rodilla y a nivel cervical (Trock y otros, 1995), medido como mayor movilidad y reducci\u00f3n del dolor, por efecto de la magnetoterapia. Tambi\u00e9n se ha demostrado que pulsos cortos de origen mang\u00e9tico, reducen el dolor p\u00e9lvico de origen ginecol\u00f3gico (Jorgensen y otros, 1994).<\/p>\n

La magnetoterapia se ha utilizado con \u00e9xito en enfermedades reum\u00e1ticas, des\u00f3rdenes isqu\u00e9micos, tratamiento de la espasticidad y en enfermedades oft\u00e1lmicas (Jerabeck, 1994).<\/p>\n

Es frecuente como medio de diagn\u00f3stico el uso de la resonancia magn\u00e9tica nuclear que utiliza intensidades de m\u00e1s de 1 T, o sea mayores de 10.000 G, sin que se reporten efectos nocivos.<\/p>\n

Cap\u00edtulo 4 – Desarrollo tecnol\u00f3gico<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

A diferencia de los campos el\u00e9ctricos que pueden ser reducidos mediante protecciones aisladoras, no existen barreras para los campos magn\u00e9ticos. El campo magn\u00e9tico es una funci\u00f3n directa de la intensidad de corriente que fluye por un conductor dado, y decrece con la distancia. Ambos par\u00e1metros, corriente y distancia pueden regularse en forma sencilla, pero no siempre es lo m\u00e1s pr\u00e1ctico para reducir el campo magn\u00e9tico, ya que el consumo de energ\u00eda el\u00e9ctrica crece r\u00e1pidamente y por tanto deben transportarse mayores cantidades de energ\u00eda y resulta a veces muy cara la ampliaci\u00f3n de los derechos de paso.<\/p>\n

Sin embargo existen soluciones tecnol\u00f3gicas sencillas tales como el aumento en la altura de las torres, reducci\u00f3n de la distancia horizontal entre l\u00edneas y una disposici\u00f3n vertical de los conductores. En estas tres modalidades de reducci\u00f3n del CEM, b\u00e1sicamente se regula el factor distancia.<\/p>\n

 <\/p>\n

Algunas investigaciones recientes informan de dise\u00f1os que reducen el CEM mediante l\u00edneas de alto n\u00edmero de fases. Para ello la investigaci\u00f3n sobre conducci\u00f3n en l\u00edneas de alto voltaje se lleva a cabo en 6 o 12 fases, que conducen la electricidad en un menor espacio que las l\u00edneas convencionales o dise\u00f1o trif\u00e1sico (Stewart y otros, 1993), logr\u00e1ndose una reducci\u00f3n del CEM. Otros investigadores (Kaune & Zaffanela, 1992) han desarrollado un m\u00e9todo general de an\u00e1lisis del CEM tanto para configuraciones convencionales como no convencionales de l\u00edneas de transmisi\u00f3n, que reducen los niveles del CEM. A pesar de que es un tratamiento de tipo f\u00edsico-matem\u00e1tico, se\u00f1alan que la reducci\u00f3n del CEM no es todo ya que deben incluirse factores de seguridad, mantenimiento, aislamiento etc.<\/p>\n

 <\/p>\n

Este campo de investigaci\u00f3n el\u00e9ctrica se mantiene muy activo, tanto en aspectos te\u00f3ricos (Olsen & Wong, 1992) sobre la caracterizaci\u00f3n de los campos electricos y magn\u00e9ticos de frecuencia baja cerca de l\u00edneas de alta tensi\u00f3n, como en asunto m\u00e1s pr\u00e1cticos tales como el dise\u00f1o de aparatos para registro cont\u00ednuo del CEM y mediciones desde las plantas de generaci\u00f3n, hasta el usuario final, pasando por l\u00edneas de alto voltaje, subestaciones y diferentes tipos de l\u00edneas de distribuci\u00f3n (Maruvada, 1993).<\/p>\n

Se han estudiado tambi\u00e9n las vibraciones e\u00f3licas en condiciones de laboratorio (Kraus & Hagedorn, 1991), ya que no s\u00f3lo producen ruido en ciertas condiciones atmosf\u00e9ricas, sino porque pueden producir da\u00f1o en las cables conductores y rompimiento debido a fatiga del material.<\/p>\n

Las compa\u00f1\u00edas el\u00e9ctricas, norteamericanas y europeas, adem\u00e1s de las investigaciones de car\u00e1cter cient\u00edfico y tecnol\u00f3gico para reducir los CEM mediante dise\u00f1os pr\u00e1cticos, han establecido pol\u00edticas generales e informaci\u00f3n al p\u00fablico y a sus empleados y hacen uso de cabildos abiertos para que las diferentes comunidades puedan expresar libremente sus dudas y temores.<\/p>\n

 <\/p>\n

Conclusiones<\/strong><\/p>\n

 <\/p>\n

Luego de una amplia revisi\u00f3n bibliogr\u00e1fica que cubri\u00f3 m\u00e1s de seiscientos art\u00edculos provenientes de la literatura cient\u00edfica mundial, la mayor parte publicados entre 1990 y 1995, sobre el efecto biol\u00f3gico de los campos electromagn\u00e9ticos y en particular sobre la salud humana, se encontr\u00f3 que:<\/p>\n

a) Existe un efecto biol\u00f3gico de los campos magn\u00e9ticos generados por la corriente el\u00e9ctrica alterna. El mecanismo se desconoce y los posibles efectos perjudiciales no han sido debidamente comprobados.<\/p>\n

b) No se ha probado, en la mayor parte de las investigaciones que los campos magn\u00e9ticos est\u00e9n asociados a problemas reproductivos ni den origen a malformaciones cong\u00e9nitas, as\u00ed como tampoco con alteraciones del comportamiento.<\/p>\n

c) En cuanto a diversos tipos de c\u00e1ncer involucrados (leucemia y cerebral principalmente), los resultados no son concluyentes, a pesar de la amplia gama de investigaciones en diversas partes del mundo. El efecto en los adultos no ha sido constante ni reproducible, aunque en ni\u00f1os existe un ligera tendencia al aumento en el riesgo para la leucemia.
\nSe desconoce el mecanismo biol\u00f3gico por el cual los campos electromagn\u00e9ticos podr\u00edan producir el cancer cerebral y la leucemia; hasta la fecha s\u00f3lo se tienen hip\u00f3tesis de trabajo, sujetas a estudio y comprobaci\u00f3n.<\/p>\n

d) El ser humano constantemente est\u00e1 expuesto a campos magn\u00e9ticos de variada intensidad, al utilizar aparatos el\u00e9ctricos tanto en su vida dom\u00e9stica como laboral.<\/p>\n

e) Mientras se aclara este problema cient\u00edfico, se ha recomendado la aplicaci\u00f3n de la “evitaci\u00f3n prudente”, o sea, evitar la exposici\u00f3n a los campos magn\u00e9ticos cuando resulte razonable, pr\u00e1ctico y econ\u00f3mico, como aplicaci\u00f3n del principio de la precauci\u00f3n, pero no por haberse confirmado un peligro.<\/p>\n

f) En general los medios de informaci\u00f3n tratan de exagerar las consecuencias, aunque los f\u00edsicos se\u00f1alan que las ondas de los campos electromagn\u00e9ticos de frecuencia extremadamente baja, son de tan bajo contenido energ\u00e9tico que dif\u00edcilmente podr\u00edan afectar la estructura biol\u00f3gica.<\/p>\n

g) A pesar de cierta renuencia a establecer est\u00e1ndares para este tipo de radiaci\u00f3n no ionizante, la incertidumbre cient\u00edfica a\u00fan en pa\u00edses l\u00edderes como Suecia no se ha procurado consideraci\u00f3n activa sobre el establecimiento de l\u00edmites a nivel mundial. El organismo competente de la Uni\u00f3n Europea (CENELEC), recientemente ha fijado niveles de referencia que superan en mucho los valores usuales de exposici\u00f3n encontrados.<\/p>\n

h) Existen abundantes estudios que comprueban el uso ben\u00e9fico de los CEM en Medicina, desde el rango de picoteslas (pT) hasta los 2 T usados en la resonancia magn\u00e9tica nuclear.
\ni) Sobre este asunto controversial, en que abundan cr\u00edticas metodol\u00f3gicas, existe consenso en que se debe investigar m\u00e1s y mejor como una forma de resolver cient\u00edficamente si hay un efecto real originado por los CEM, o bien si existe la contribuci\u00f3n de otros factores concurrentes.<\/p>\n

 <\/p>\n

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En esta publicaci\u00f3n se exponen los resultados de los estudios cient\u00edficos relacionados con los efectos de los campos electromagn\u00e9ticos sobre el cuerpo humano.     En este art\u00edculo se resume un extenso trabajo realizado por el Dr. Orlando M. Morales a partir de informaci\u00f3n hemerogr\u00e1fica a nivel mundial, ofreciendo un material de lectura sobre este […]<\/p>\n","protected":false},"author":5,"featured_media":14123,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"inline_featured_image":false,"footnotes":""},"categories":[382],"tags":[386],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/15256"}],"collection":[{"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/users\/5"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=15256"}],"version-history":[{"count":2,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/15256\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":15269,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/15256\/revisions\/15269"}],"wp:featuredmedia":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/media\/14123"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=15256"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=15256"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/quercus.pt\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=15256"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}